15 de abril de 2009

Filipinas aprueba la ilegalización del manga porno

Las noticias que nos llegan desde Manila son un poco preocupantes a la vez que confusas. Al parecer, se acaba de aprobar un proyecto de ley que ilegaliza el manga porno en el país, conocido por muchos como hentai, bajo la falsa acusación de que el género en su totalidad es de temática pedófila. Se podrían aplicar penas de cárcel de hasta 12 años y multas de hasta 7 500 euros. El anúncio oficial de la cámara de representantes de Filipinas se publicó el pasado dia 12, y la noticia ha sido publicada en la web del periódico Manila Standard Today. Podéis leer la noticia completa aquí. Ambos enlaces son a texto en inglés.

Una de las primeras cabeceras en hablar del tema ha sido Sankaku Complex, un conocido blog en inglés de erotismo oriental y hentai, en una entrada a la que podéis llegar aquí. El amigo Danny Choo se hace eco hoy mismo en su popular blog, aunque no parece extremadamente preocupado. "Así que han hecho una ley... ya ves. ¿Y ahora, cómo piensan hacer que se cumpla? Ni siquiera está claro qué están prohibiendo". En una entrada reciente de Anime News Network se precisa que el proyecto de ley identifica como hentai las "caricaturas pornográficas japonesas que muestran niños en actividades sexuales explícitas". A buena fé, tal definición excluiría una parte muy grande del género hentai y del manga porno, protagonizado por adultos o por seres de fantasía que no pueden ser calificados como niños. Sin embargo, la redacción confusa del texto legal ya aprobado podría interpretarse al revés, lo cual supondría la ilegalización efectiva de lo que se entiende como hentai, es decir, cualquier manga, ilustración o similar que venga de Japón y que contenga elementos de sexo explícito. Aún no nos hemos recuperado del bajón por la detención de Christopher Handley a finales del año pasado, y ahora esto. La globalización del manga japonés está resultando tener contrapartidas realmente indeseables, como esta absurda ola de puritanismo rancio que amenaza la libertad individual y de expresión desde una postura de intransigencia e ignorancia.
Ilustración: Yomiko Readman, de Read Or Die
©2001, 2002 Studio Orfe/Aniplex

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