25 de mayo de 2009

Exigían y exigen nuestra creencia

El columnista Carlos Acevedo publicó el pasado martes 19 en su columna Kliong! de Libro de Notas un texto quejumbroso en el que criticaba duramente el manga y mucho de lo que lo rodea, desde la cultura de leerlo a la explosiva popularidad de la que goza en los últimos años. 

Aquí está la entrada. "Exigían y exigen nuestra creencia".

Y aquí abajo os dejo mi réplica, que también podéis leer en los comentarios de la entrada. No es un rebate excesivamente brillante, porque lo escribí un poco enfadado, pero al menos hay un par de guantes en la arena que esperemos que esté dispuesto a recoger. A ver qué cola trae el asunto. 

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Señor Acevedo, desde el cariño y el compañerismo de otro que lee tebeos, está usted en un gran error, a pesar de que casi todo lo que dice en su columna se base en verdades como puños.

Sería muy deseable que se publicaran mejores tebeos, claro. Pero a usted no le obliga nadie a comprar nada. Si quiere otros tebeos, búsquelos. Vaya a comprarlos donde los vendan. Hoy en día se puede comprar todo desde casa si tiene un ordenador conectado y dieciséis dígitos de plástico.

Y no tache al manga de nada particularmente malo, que el manga no tiene nada de raro ni de malo, que lo mismo exáctamente le pasa a la literatura y al cine y al cómic americano. Lo que más vende suele ser bastante cochambre, porque tiende a un mínimo común denominador expresivo que es justamente lo que le garantiza el éxito comercial.

A usted lo que le pasa es que le fastidia que el único país del mundo donde el cómic es el medio de comunicación de masas prevalente, por encima de la televisión incluso, no sea un paraíso de virtuosismo y creatividad donde cada viñeta dibujada y cada volúmen a la venta reinvente el lenguaje del medio y emocione tanto al público masivo como a los expertos muy leídos. Claro, a mí también me gustaría. Cuando tenía doce años tenía ese mismo sueño. No sea usted ingénuo. Pataletas contra el capitalismo, pues vale. ¿Se da cuenta de que el cómic se ha convertido en medio de comunicación de éxito sólo en sociedades capitalistas? Pero no es esto lo que le quería decir.

Vale. ¿Así que no acepta que el manga sea una cultura? Veamos si pasa usted este test. Busque por su casa. Pruebe a no encontrar un folleto de instrucciones de un aparato electrónico japonés en el que salga una caricatura del aparato con ojitos llorones mientras alguien le echa agua encima para avisar de que hacer tal cosa joderá el aparato. ¿Ha conseguido no encontrar ninguno? ¿Seguro que ha buscado bien en todos los cajones? A ver esta otra prueba qué tal. Dígame usted cuál ha sido la inspiración primordial en los proyectos de creación de robots humanoides en Japón, líder mundial en el asunto con muchas décadas de adelanto sobre cualquier otro país. La respuesta, le aviso ya, no es que el editor de Osamu Tezuka ha firmado un abultado cheque a Honda para que Asimo haga subir las ventas de la quincuagésima reedición de Tetsuwan Atom.

Parece que le irrita lo inabarcable del manga y poco despues critica su insípida monotonía y su mimetismo. No lo entiendo, de verdad. Son muchas las perlas en su texto, pero lo que más me flipa de todo es lo de que el manga es una cultura impuesta. Ay madre. ¿De qué coño habla?

Váyase a Norma Editorial y hable con Óscar Valiente, que le explicará dos cosas sobre manga. La cultura de publicar manga en España, señor mío, la creó la masa de aficionados en la calle, solicitando de forma inequívoca a las editoriales que salieran a buscar, negociaran, pelearan, convencieran a los editores japoneses para que cedieran los derechos y llegaran en castellano los mangas originales en los que se basaba el anime que tenía a medio país pegado a la tele. Si usted tiene noticia de otra historia, es falsa. La cultura de manga en España nació en la calle, si, con intercambio de fotocopias porque en las librerías no había ni para empezar. Akira y muy poco más. ¿El manga impuesto por quien? ¿Se cree usted que las editoriales japonesas sobornaron a Glénat, Planeta y Norma, dejándoles las series tiradas de precio como parte de un gran complot de invasión cultural urdido desde algún ministerio? La expansión del manga y el anime en occidente, amigo mío, décadas después de las primeras series que fueron publicadas en castellano e inglés, la siguen impulsando hoy en dia los aficionados, actuando con decisión al márgen de las empresas. ¿Sabe lo que es un fansub o una scanlation? Vaya usted a Mangahelpers.com o Animesuki.com y dígame qué hay de impuesto ahí.

Señor Acevedo, las excepciones que usted vislumbra son la punta de un iceberg desconocido en España. En Japón hay editoriales enteras dedicadas a publicar cómic de autor. Ohta Publishing es un ejemplo muy claro, búsquelo en Google. Enter Brain es otra editorial con una apuesta muy clara por la experimentación. En las grandes, Shogakukan y Kodansha mantienen cabeceras que no funcionan particularmente bien pero que incluyen trabajos excepcionales. Y hay antologías temáticas de Shojo publicadas regularmente por editoriales de tamaño medio en las que se incluyen historias cortas que quitan el hipo. El género 4 koma, muy poco conocido en Occidente, tiene genios absolutos como Junji Enomoto que le dejarían de piedra. Y podría seguir un buen rato.

Le pongo otro ejemplo de que está usted en lo cierto al identificar lo inabarcable del manga pero se equivoca al criticarlo luego. ¿Cómo de marginal considera usted a Kazuo Umezu? En España tendrá publicado poco o nada. Será un autor de culto. Pues el año pasado se publicó en Japón un largometraje de imágen real basado en uno de sus tebeos más tétricos, Orochi, que fué reeditado para la ocasión en una edición especial que estuvo en el escaparate de todas las librerías durante varias semanas. ¿Se da cuenta? En España se tiene una percepción de lo que es el manga que no tiene que ver con el nivel de desarrollo y de aceptación que tiene en Japón. Yo he tenido que venirme a vivir aquí a verlo en primera línea, y créame que es como se lo estoy contando yo.

Para acabar le diré que es insensato tachar de negativa la explosión del manga en España. Gracias al manga han proliferado editoriales, han permanecido abiertas otras que estaban cerquita de cerrar y se ha generalizado una cultura de leer tebeos en una generación de lectores nuevos que no habrían tocado una página con viñetas en cualquier otro caso. Puede que un par de ellos sean fanboys que no quieran saber de nada que no sea viñeta nipona, pero la mayoría es gente normal con la suficiente sensibilidad para descubrir un medio expresivo que les divierte y les emociona, y seguramente leen o leerán otros tebeos que no son manga. A pesar de que tenga mucha razón en muchas cosas, Sr. Acevedo (y muy poca en otras), se le ha olvidado lo fundamental, que los mangas son tebeos. Y que el éxito del manga es el éxito de todos los que leemos, vivimos y trabajamos con tebeos.

Luis Alis


4 comentarios:

El Miope Muñoz dijo...

¿Es un genio? ¿Es un genio respecto a qué? La tesis de Acevedo es que si trasladamos el paradigma de publicación y el mercado manga aquí se pierde una tradición importantísima de otro tipo de tebeos hecho bajo otras circunstancias.

¿Que la gente lo reclama? Sí. Pero ¿hablamos de publicidad? Hagamos canon, señor Alis. Qué artistas del tebeo lo son para usted y por qué. No vale eso de tal es un genio, pero no lo conoces. Vale si me lo explicas.

Luis Alis dijo...

Junji Enomoto me parece genial (en Golden Lucky, que es lo que yo le conozco) porque sublima un sentido del humor absurdo que a veces no es ni humor, es sólo absurdo, pero que al final tiene una conexión, una relación, que puede ser absurda en sí pero que te pilla totalmente desprevenido. No me estoy explicando bien pero es que tendría que traducirle algunas tiras y ponerselas aquí para que me entendiera. Yo no he experimentado cosa así con ningún otro tebeo, lo prometo.

Luis Alis dijo...

En cuanto a lo de que trasladar el paradigma japonés de publicar manga a España causa la pérdida de una tradición tebeística, pues lo mismo le digo. No vale sólo con decirlo. ¿Qué tradición se ha perdido? ¿La de leer o publicar qué tipo de cómics?

El Miope Muñoz dijo...

"Sublima un sentido del humor absurdo que a veces no es ni humor, es sólo absurdo"
Vale. Respecto a qué. Cual es el mérito de eso. ¿Qué le gusta a usted? ¿Dónde ve ahí que avance un medio, que ese humor haga más rica a la obra o la sofistique de inteliegncia?

¿Qué tipo de cómics? Hay una tradición en España que va por todos es conocida: la Escuela Bruguera, El Jueves y el Víbora junto al primer underground, etc. No tiene nada que ver con las obras populares del manga dirigido a la adolescencia, pero tampoco con las adultas, que lo único que hacen es añadir pastiche de trazo grueso (y esto lo digo leyendo a Fredric Jameson) y no auténtica y genuina parodia. Eso cuando no hay melodramas, claro. Pero dígame usted qué perspectiva política, social, costumbrista, analítica o qué osfisticación hay en Enomoto que al parecer sublima "un sentido del humor absurdo". ¿De qué tradición? ¿De qué absurdo? ¿Sublima em absurdo de, qué se yo, Beckett? Y no continuaré discutiendo hasta que no lea a Enomoto, ale. Luego vuelvo.