25 de mayo de 2009

Studio Ghibli anima un RPG para Level 5


Hayao Miyazaki odiará los videojuegos todo lo que quiera. Nos lo ha hecho saber en muchas ocasiones. Pero cuando Toshio Suzuki dice que Ghibli anima un videojuego, los amigos son los amigos, y más si son presidentes del estudio. El cliente es Akihiro Hino y su empresa Level 5, cuya serie de juegos de aventura y acertijos para Nintendo DS del Profesor Layton está disponible en España. La serie futbolera Inazuma Eleven también ha logrado éxito en Japón.

Ni no kuni, con el que Level 5 celebra su décimo aniversario, es el nuevo proyecto en el que cooperan ambas empresas. Será un juego de rol de fantasía para la Nintendo DS que aparecerá en Japón durante el año. Level 5 es bastante competente en el desarrollo de juegos, pero es que además Hino es un sibarita del anime. La versión animada para salas del Profesor Layton se estrenará en 2010. Inazuma Eleven fue adaptado al anime el año pasado en una serie de televisión. Los diseños de personajes de todos sus juegos se decantan por la estética animada, además de que las colaboraciones con estrellas del manga y el anime estén siempre a la orden del día: Level 5 desarrolló Dragon Quest IX para Square Enix, como siempre incorporando diseños de Akira Toriyama, y para Ni no kuni han conseguido involucrar a Joe Hisaishi, otro habitual de Ghibli, para que componga la banda sonora del juego.


La noticia es que Famitsu.com publicó hace muy poco la primera tanda de capturas de pantalla de Ni no kuni, y como siempre el trabajo de Ghibli es sublime. Aquí os dejo el enlace, disfrutad.

Exigían y exigen nuestra creencia

El columnista Carlos Acevedo publicó el pasado martes 19 en su columna Kliong! de Libro de Notas un texto quejumbroso en el que criticaba duramente el manga y mucho de lo que lo rodea, desde la cultura de leerlo a la explosiva popularidad de la que goza en los últimos años. 

Aquí está la entrada. "Exigían y exigen nuestra creencia".

Y aquí abajo os dejo mi réplica, que también podéis leer en los comentarios de la entrada. No es un rebate excesivamente brillante, porque lo escribí un poco enfadado, pero al menos hay un par de guantes en la arena que esperemos que esté dispuesto a recoger. A ver qué cola trae el asunto. 

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Señor Acevedo, desde el cariño y el compañerismo de otro que lee tebeos, está usted en un gran error, a pesar de que casi todo lo que dice en su columna se base en verdades como puños.

Sería muy deseable que se publicaran mejores tebeos, claro. Pero a usted no le obliga nadie a comprar nada. Si quiere otros tebeos, búsquelos. Vaya a comprarlos donde los vendan. Hoy en día se puede comprar todo desde casa si tiene un ordenador conectado y dieciséis dígitos de plástico.

Y no tache al manga de nada particularmente malo, que el manga no tiene nada de raro ni de malo, que lo mismo exáctamente le pasa a la literatura y al cine y al cómic americano. Lo que más vende suele ser bastante cochambre, porque tiende a un mínimo común denominador expresivo que es justamente lo que le garantiza el éxito comercial.

A usted lo que le pasa es que le fastidia que el único país del mundo donde el cómic es el medio de comunicación de masas prevalente, por encima de la televisión incluso, no sea un paraíso de virtuosismo y creatividad donde cada viñeta dibujada y cada volúmen a la venta reinvente el lenguaje del medio y emocione tanto al público masivo como a los expertos muy leídos. Claro, a mí también me gustaría. Cuando tenía doce años tenía ese mismo sueño. No sea usted ingénuo. Pataletas contra el capitalismo, pues vale. ¿Se da cuenta de que el cómic se ha convertido en medio de comunicación de éxito sólo en sociedades capitalistas? Pero no es esto lo que le quería decir.

Vale. ¿Así que no acepta que el manga sea una cultura? Veamos si pasa usted este test. Busque por su casa. Pruebe a no encontrar un folleto de instrucciones de un aparato electrónico japonés en el que salga una caricatura del aparato con ojitos llorones mientras alguien le echa agua encima para avisar de que hacer tal cosa joderá el aparato. ¿Ha conseguido no encontrar ninguno? ¿Seguro que ha buscado bien en todos los cajones? A ver esta otra prueba qué tal. Dígame usted cuál ha sido la inspiración primordial en los proyectos de creación de robots humanoides en Japón, líder mundial en el asunto con muchas décadas de adelanto sobre cualquier otro país. La respuesta, le aviso ya, no es que el editor de Osamu Tezuka ha firmado un abultado cheque a Honda para que Asimo haga subir las ventas de la quincuagésima reedición de Tetsuwan Atom.

Parece que le irrita lo inabarcable del manga y poco despues critica su insípida monotonía y su mimetismo. No lo entiendo, de verdad. Son muchas las perlas en su texto, pero lo que más me flipa de todo es lo de que el manga es una cultura impuesta. Ay madre. ¿De qué coño habla?

Váyase a Norma Editorial y hable con Óscar Valiente, que le explicará dos cosas sobre manga. La cultura de publicar manga en España, señor mío, la creó la masa de aficionados en la calle, solicitando de forma inequívoca a las editoriales que salieran a buscar, negociaran, pelearan, convencieran a los editores japoneses para que cedieran los derechos y llegaran en castellano los mangas originales en los que se basaba el anime que tenía a medio país pegado a la tele. Si usted tiene noticia de otra historia, es falsa. La cultura de manga en España nació en la calle, si, con intercambio de fotocopias porque en las librerías no había ni para empezar. Akira y muy poco más. ¿El manga impuesto por quien? ¿Se cree usted que las editoriales japonesas sobornaron a Glénat, Planeta y Norma, dejándoles las series tiradas de precio como parte de un gran complot de invasión cultural urdido desde algún ministerio? La expansión del manga y el anime en occidente, amigo mío, décadas después de las primeras series que fueron publicadas en castellano e inglés, la siguen impulsando hoy en dia los aficionados, actuando con decisión al márgen de las empresas. ¿Sabe lo que es un fansub o una scanlation? Vaya usted a Mangahelpers.com o Animesuki.com y dígame qué hay de impuesto ahí.

Señor Acevedo, las excepciones que usted vislumbra son la punta de un iceberg desconocido en España. En Japón hay editoriales enteras dedicadas a publicar cómic de autor. Ohta Publishing es un ejemplo muy claro, búsquelo en Google. Enter Brain es otra editorial con una apuesta muy clara por la experimentación. En las grandes, Shogakukan y Kodansha mantienen cabeceras que no funcionan particularmente bien pero que incluyen trabajos excepcionales. Y hay antologías temáticas de Shojo publicadas regularmente por editoriales de tamaño medio en las que se incluyen historias cortas que quitan el hipo. El género 4 koma, muy poco conocido en Occidente, tiene genios absolutos como Junji Enomoto que le dejarían de piedra. Y podría seguir un buen rato.

Le pongo otro ejemplo de que está usted en lo cierto al identificar lo inabarcable del manga pero se equivoca al criticarlo luego. ¿Cómo de marginal considera usted a Kazuo Umezu? En España tendrá publicado poco o nada. Será un autor de culto. Pues el año pasado se publicó en Japón un largometraje de imágen real basado en uno de sus tebeos más tétricos, Orochi, que fué reeditado para la ocasión en una edición especial que estuvo en el escaparate de todas las librerías durante varias semanas. ¿Se da cuenta? En España se tiene una percepción de lo que es el manga que no tiene que ver con el nivel de desarrollo y de aceptación que tiene en Japón. Yo he tenido que venirme a vivir aquí a verlo en primera línea, y créame que es como se lo estoy contando yo.

Para acabar le diré que es insensato tachar de negativa la explosión del manga en España. Gracias al manga han proliferado editoriales, han permanecido abiertas otras que estaban cerquita de cerrar y se ha generalizado una cultura de leer tebeos en una generación de lectores nuevos que no habrían tocado una página con viñetas en cualquier otro caso. Puede que un par de ellos sean fanboys que no quieran saber de nada que no sea viñeta nipona, pero la mayoría es gente normal con la suficiente sensibilidad para descubrir un medio expresivo que les divierte y les emociona, y seguramente leen o leerán otros tebeos que no son manga. A pesar de que tenga mucha razón en muchas cosas, Sr. Acevedo (y muy poca en otras), se le ha olvidado lo fundamental, que los mangas son tebeos. Y que el éxito del manga es el éxito de todos los que leemos, vivimos y trabajamos con tebeos.

Luis Alis


24 de mayo de 2009

Saint Seiya en Animax

El clásico del anime Saint Seiya se estrenó el pasado 4 de Abril en el canal Animax. Si sois de los pocos que aún no habéis podido disfrutar de esta joyita, el canal Animax os brinda la oportunidad, todos los dias entre semana a las 21:25. Y si os perdéis el episodio, a la mañana siguiente podéis poneros al dia con la redifusión de las 08:22. Si os perdéis esa ya tiene que ser a la hora de la merienda, sobre las 18:20.

Saint Seiya se estrenó por primera vez en Japón en 1986, y narra las épicas aventuras de un grupo de jóvenes japoneses huérfanos, expertos en lucha, a los que se les confían poderosas armaduras mágicas relacionadas con la mitología griega. Estos cinco héroes se verán envueltos en una misteriosa trama relacionada con la Fundación, la organización que les acogió y les preparó para una serie de espectaculares torneos de lucha cuerpo a cuerpo.

Lo mejor de Saint Seiya es su dramatismo desmesurado, tan de los ochenta, que la convierte en una serie muy adictiva. El tratamiento argumental consigue otorgar mucho carisma a ciertos personajes secundarios, y el diseño artístico y de animación, obra del legendario Shingo Araki y su veterana asistente Michi Himeno, es de los que quita el hipo y causa desmayos, sobre todo entre las seguidoras femeninas. Con un sólo episodio estaréis enganchados, palabra. Se basa en el manga del mismo título creado por Masami Kurumada, publicado en España por la editorial Glénat en 28 volúmenes muy respetuosos con la edición original japonesa.

20 de mayo de 2009

Conan, el niño del futuro - Capítulo 1


Cualquiera que haya visto Conan reconoce las cuatro primeras notas de guitarra eléctrica, inconfundibles y siniestras, que marcan el comienzo de la función. Abren ese prólogo sombrío que, siempre antes de la canción, le recuerda con eficacia al espectador la clase de mundo postapocalíptico en el que ocurre la acción. Todos los episodios comienzan igual. Y acto seguido viene la canción. En todos menos el primero, en el que el orden se invierte: comienza directamente con 今地球がめざめる (“La Tierra ahora despierta”), compuesta por Shinichiro Ikebe y cantada a dúo por Yuko Yamaji y Naoyoshi Kamata. Es una oda gloriosa e ingenua, bucólica como la vida que le acompaña en imágenes. Bordada con flauta y al trote sobre un bajo y una batería mas funk que otra cosa, es música imposible en otro lugar y época. Todavía no hay angustia ni apocalipsis, todo es idílico. Podríamos perfectamente estar contemplando la felicidad del final de la serie. Aún no hay nada que temer, o ya no hay nada que temer. Pedro se ha hecho mayor y moreno, y Heidi también, y se han mudado a vivir en una colina junto al mar. Bienvenidos a uno de los mayores hitos del anime japonés de finales de los setenta.


Ahí están, Lana y Conan, disfrutando gustosos de un paseo en barca y de una carrera por las colinas costeras de Nokosarejima animados de forma magistral y conmovedora. Colores simples desgranan delicados matices del sol en el agua. Con líneas básicas se expresan olas y ropa al viento con una elegancia que es a la vez eficaz y exhuberante. La gaviota Tikki, no la subestimemos, revolotea junto a ellos. Ella también es protagonista.
La animación de este fragmento y del resto de la serie es obra del veterano Yasuo Otsuka (director de animación) y de la entonces promesa Yoshifumi Kondo (animador principal). Artísticamente es una prolongación de la fructífera colaboración de estos dos con Hayao Miyazaki e Isao Takahata que había comenzado en Heidi y Marco. En su día destacó porque trasplantaba con éxito el depuradísimo estilo de las series Sekai Meisaku Gekijo en una producción basada en una fuente literaria de ciencia ficción. Hoy en día, su perfecta y analógica artesanía es una especie de fósil viviente que ejemplifica el recetario de lo que ya era en espíritu, aunque todavía no en nombre, el estudio japonés de anime que mayor éxito comercial y artístico ha logrado en la historia del medio: Studio Ghibli.


Y tras el canto a la alegría, sin tiempo para respirar, el relato de la muerte. Ese antes mencionado fragmento que abre ominosamente el resto de los episodios de la serie se ofrece por primera vez al espectador, portador de un mensaje particularmente claro: los clásicos de la literatura infantil europea han quedado atrás.

En Julio del año 2008, una guerra mundial en la que se usan armas súper magnéticas arrasa la tierra y la mitad de su población, hundiendo los continentes en el océano y cambiando la dirección del eje magnético del Tierra. En los créditos, los euroescritores Johanna Spyri y Edmondo de Amicis dan paso al norteamericano Alexander Key, un autor de ciencia ficción mucho más moderno que, si bien también orientaba sus trabajos al público juvenil, no tenía reparos en describir dramáticos escenarios futuros como el presentado en The Incredible Tide, novela publicada por primera vez en 1970, en la cual se basa esta serie.


Los primeros compases narrativos los da la voz del abuelo, escribiendo en su diario. Con la floreciente naturaleza de Nokosarejima de fondo, y preocupado por el futuro, el abuelo reflexiona y revela cómo él y Conan son los únicos supervivientes de un grupo que consiguió medrar en la isla tras estrellarse en ella el cohete con el que intentaban huir al espacio y dejar atrás la destrucción de la guerra. Nokosarejima (のこされ島), mencionada tal cual en la serie, no es un nombre casual. En japonés significa literalmente “isla superviviente”, y es también el título de este primer episodio. Al espectador nos llega clara la idea de que si hay algún humano más vivo en la Tierra, Conan y su abuelo aún no han podido establecer contacto.
Al poco, el impetuoso Conan entra en escena, con preocupaciones más inmediatas que las de su abuelo, como por ejemplo dar caza a un taimado tiburón que está espantando la pesca. Pero lo que ocurre a continuación eclipsa cualquier encuentro con escualos: una hermosa niña aparece desmayada en la playa. Lana es el primer humano que el superdotado Conan, agitado aún tras derrotar al tiburón con poco más que sus manos, ha visto en su vida, aparte de su abuelo, claro.

Por mucho que Conan se empeñe en mirar por la rendija, el abuelo será el encargado de cuidar a la chica, darle de comer y dejar que descanse. La mañana siguiente Conan se levanta temprano para descubrir a Lana recuperada, de pie en la playa. Lana, que está hablando con las gaviotas, también tiene poderes sobrehumanos, pero diferentes a la fuerza y agilidad de Conan. La niña irradia una belleza serena y adulta, como muchas de las heroinas creadas por este círculo de animadores. Es además la portadora de la codiciada noticia: Nokosarejima no es el último reducto de la humanidad, ni mucho menos. Es, de hecho, una especie de limbo desconocido y atrapado entre el paraíso que representa High Harbor (de donde proviene Lana y su familia) e Industria, una urbe organizada de forma totalitaria que en pos de los conocimientos secretos del abuelo de Lana, el profesor Briac Lao, ha secuestrado a la chica para obligar al padre a cooperar.
El consiguiente y tour por la isla es bucólico pero dura poco, porque los perseguidores de Lana, capitaneados por la insufrible Monsley, hacen su entrada en un hidroplano y atracan en la playa de la isla con maneras claramente hostiles y pistolas en ristre, en busca de la muchacha.



Es en este preciso momento cuando tiene lugar el primero de muchos e interesantes conflictos de civilización que se representarán con gran riqueza e ingenio a lo largo de la serie. El abuelo, arrebatado por la emoción de ver a otros humanos por primera vez en muchísimos años, y a la vez indignado al ver que la violencia y las armas siguen siendo protagonistas, reprocha a Monsley su irresponsabilidad, recordándole lo pavoroso de la todavía reciente guerra que a punto ha estado de extinguir a los seres humanos. Monsley, crecida en la sociedad del día después, sólo conoce la vida a hierro y fuego, y replica indignada que los culpables de la hecatombe son los adultos que la causaron y permitieron, acusando al abuelo de hipócrita, ya que ella no era más que una niña pequeña en aquel entonces y no ha tenido más remedio que lidiar con las consecuencias.
Es un intercambio inevitable, predecible, y muy emocionante. El simbolismo es intenso, la paradoja grande. Ambos argumentos reposan sobre una base moral indiscutible, y son expresados con una intensidad en la caracterización que sólo las obras maestras de la animación son capaces de transmitir. El trabajo de los actores Rihoko Yoshida como la voz de Monsley y de Masato Yamanouchi como la voz del abuelo es impecable, brillante, intensísimo. El abuelo, sabedor de que ambos tienen razón, opta por no discutir y decide combatir el fuego con el fuego, enfrentándose a la mujer y sus esbirros con un lanzacohetes. La cosa no acaba bien, como era de esperar, y el abuelo consigue hacer huir a los intrusos a costa de resultar herido de gravedad y causar accidentalmente que Lana tenga que salir de su escondite, siendo entonces aprehendida por Monsley y sus soldados. El episodio termina con un heroico esfuerzo de Conan por rescatar a a Lana del interior del hidroplano, con desenlace dejado en suspenso para el segundo episodio.


El conflicto está servido, y no sólo representado por el abuelo y Monsley, o por Conan e Industria. Lecturas más detenidas de otros elementos en estos primeros 25 minutos no hacen sino fortalecer una idea muy nítida de conflictos entre culturas humanas en extremos opuestos de tecnología y naturaleza. Es un conflicto que resulta inmediatamente familiar al seguidor de Ghibli, y destila la misma sensibilidad romántica que Nausicaa o Mononoke. La lucha de humano contra animal aparece también claramente detallada en lucha de Conan contra el tiburón, donde es la tecnología humana la que da la victoria a Conan (primero con una trampa preparada por el propio Conan, luego el tiburón es herido con un arpón y derrotado finalmente al estrellarse contra otro artificio humano, un tren abandonado en una via de metro sumergida). Y a la vez aparece el contrapunto de la cooperación entre humanos y animales, representado por Lana comunicándose con los pájaros.
La soberbia puesta en escena de estos conflictos se solapa con maestría con los desenlaces argumentales. La comunión entre ambos es tan cristalina que asombra por su nivel de brillantez. Y es que Conan tiene uno de los mejores primeros episodios de anime jamás realizados. Haciendo gala de animación a un nivel artístico y expresivo de primer orden, y con una puesta en escena excelente en narrativa y cinematografía, introduce sin atropello a los personajes principales y sus entornos, y establece las relaciones entre todos ellos muy claramente, dibujando el conflicto cultural entre una sociedad armamentística y tecnificada y otra bucólica y natural. Es una revelación poco pudorosa de las preocupaciones morales y temáticas del realizador principal. Y es que este trasfondo romántico del conflicto entre lo humano y lo natural es la esencia de gran parte de la producción del Studio Ghibli y del global de la obra de Hayao Miyazaki, desde Heidi hasta Ponyo en el acantilado pasando por Nausicaa del Valle del Viento y La Princesa Mononoke, y se representa en esta serie con un grado de madurez inédito hasta aquel momento en las creaciones del autor.
Luis Alis


14 de mayo de 2009

Manga en formato nipón con B's Log, en español

Ya se intentó hace mucho con Shonen Magazine, pero la falta de ventas obligó a su cancelación. Pero la vitalidad del manga en España ha animado a Planeta a publicar de nuevo una revista de manga en formato japonés en nuestro país titulada B's Log. Merche Bermúdez lo explica muy bien en el anuncio oficial que Planeta DeAgostini ha publicado en su web: "los cómics no se leen únicamente en tomos, sino también, y mucho, en revistas" Por supuesto, habla de Japón: "existe una tradición nipona muy arraigada en torno a la publicación del manga en revistas semanales o mensuales". Y esto es lo que vamos a poder a volver a comprar todos los meses en la librería a partir de este mismo mes. Al que le guste leer no le va a parecer mal la idea, porque son 500 páginas por 6'95 euros. Lo mejor para enteraros de todo bien es que os leáis el anúncio oficial. Desde aquí deseamos la mejor de las suertes a esta nueva aventura.

13 de mayo de 2009

Londres se prepara para la MCM Expo


Los dias 24 y 25 de Mayo se monta una buena en el Excel de Londres con la MCM Expo, una de las mayores convenciones europeas de cultura popular visual en la que confluyen cine, cómics y animación. La Movie Comics Media Expo pinta muy bien este año porque a estas alturas ya han anunciado que las ventas de entradas son las más altas que se han contabilizado en la andadura del evento. Por descontado, la presencia de manga y anime está muy bien surtida. Empresas y entidades como la súper veterana Manga Entertainment, Tokyotoys.com y la revista inglesa especializada en cultura popular asiática Neo tendrán presencia. Así que si da la casualidad de que pasáis por la capital inglesa por esas fechas, dejáos caer. Y de paso, contadnoslo, que nosotros no podemos.

Hayao Miyazaki entrevistado por The Independent

Hubo un tiempo en el que imaginar que un diario británico de gran tirada tuviera a bien entrevistar a un director japonés de anime con motivo del estreno de su último film hubiera sido un ejercicio de futilidad. Pero los tiempos cambian. El pasado dia 3 de Mayo, con motivo del estreno de Ponyo en el acantilado en Gran Bretaña, The Independent entrevistó a Hayao Miyazaki en las oficinas del Studio Ghibli en Mitaka, Tokyo. 
La entrevista es cumplidora con la audiencia a la que se dirige, y desde luego no es deslumbrante pero no cae en tópicos absurdos, no contiene inexactitudes, y nos revela ciertas cosas acerca del último largo de Miyazaki y del futuro que se vislumbra desde Ghibli, además de varias curiosidades. 
Queda patente que Miyazaki es un creador tan sensible como naif, con una capacidad absoluta para abstraerse de la realidad que le rodea y expresar visiones extraidas directamente de la mente de un niño. Miyazaki está obsesionado con la infancia y su percepción del mundo, una cualidad claramente romántica y perfectamente plasmada en sus obras y personajes, donde prima la intuición sobre la razón. Una vez más, la máxima romántica es válida: el artista no hace más que mediar entre el hombre y la naturaleza. Y si puede elegir, lo hace de forma orgánica, tradicional, sin la profiláxis de la síntesis digital. Al menos así se ha hecho en Ponyo: la entrevista revela que el largo se dibujó y pintó enteramente a mano, necesitandose un total de 170 000 acetatos.



Miyazaki no se encuentra del todo cómodo en el mundo actual: a la puerta del estudio no tiene aparcado un Toyota Prius, sino un Citroen 2CV, y cuando le preguntan sobre cine moderno, espeta "no lo soporto, las imágenes son demasiado extrañas para mí". Curioso comentario: alguien debería recordarle lo intrincado del tapiz de simbología e imágenes delirantes que se sacó de la manga en El viaje de Chihiro. Quizá el propio Miyazaki no sea capaz de comprender que sus películas son una parte muy destacable del cine moderno.
Desde el punto de vista industrial, hay en la entrevista comentarios interesantes de Toshio Suzuki, veterano productor y colaborador de Miyazaki, y del recientemente elegido presidente del estudio, Koji Hoshino, un hombre curtido en la Disney norteamericana que viene dispuesto a convertir Ghibli en el Pixar japonés: "Disney son muy buenos a la hora de explotar todas las posibilidades comerciales de sus películas. Ghibli ha hecho muy poco para promocionar sus películas fuera de Japón hasta ahora, pero vamos a impulsar este aspecto todo lo que podamos, así como las posibilidades de distribución internacional". Y como muestra de las ambiciones globales del estudio, Hoshino menciona un acuerdo reciente con Kathleen Kennedy y Frank Marshall, nombres que sonarán a los cinéfilos empollones porque son íntimos colaboradores de Steven Spielberg desde hace décadas. Emocionante, la verdad. De momento, pongamos nuestro granito de arena y acudamos a ver Ponyo al cine, si es que todavía queda alguna sala que lo proyecte...